Las autoridades públicas europeas han puesto en marcha distintas iniciativas legales, tecnológicas y educativas, que evidencian la relevancia creciente que otorga la Unión Europea a la alfabetización mediática. Así queda reflejado en el estudio que Charo Sádaba y Ramón Salaverría acaban de publicar en la revista Latina de Comunicación Social bajo el título Combatir la desinformación con alfabetización mediática: análisis de las tendencias en la Unión Europea, donde se subraya que en este contexto se apuesta por co-responsabilizar a la ciudadanía mediante políticas de promoción de la alfabetización mediática.

La difusión de contenido erróneo es inherente a la comunicación pública. Aún así, el principal problema de la desinformación viene dado por las mentiras intencionadas, situación que se ha agravado con el nuevo modo de consumo de noticias por parte de la ciudadanía y que ha sido especialmente evidente durante la pandemia de Covid-19.

Debido a este contexto, según los investigadores, las instituciones públicas europeas han adoptado un enfoque dual: por un lado apostar por un marco jurídico más firme y, por otro, co-responsabilizar a la ciudadanía, a la que hay que alfabetizar mediáticamente. 

La metodología que se ha seguido en este artículo ha consistido en una revisión documental de informes y textos legales en el marco de la Unión Europea con el fin de evaluar la importancia que se le asigna a la alfabetización mediática en dicho entorno. A raíz de la revisión de dichos textos, los autores proponen que las soluciones que deberían emprenderse estarían relacionadas con la actitud y formación de la clase política; las decisiones legislativas que regulen y ordenen el mercado; las plataformas tecnológicas; la presencia de la alfabetización mediática en la educación (formal e informal) y la colaboración del sector de los medios de comunicación en la lucha contra las malas prácticas profesionales.