En el país asiático de Filipinas cuenta con uno de los centros de moderación de contenidos más grandes del mundo. Además, a diferencia de otros, opera internacionalmente. La industria digital ha sido muy valorada en el país durante años, que llegaron a considerarla como “sunshine industry,” en español, “industria del sol”. Sin embargo, en la actualidad, muchos moderadores de contenido se han convertido en trolls dedicados profesionalmente a la difusión de información falsa, según Jonathan Corpus Ong. En su artículo: “Toward a Worker-Centered Analysis in Fighting Disinformation”, Corpus analiza las Perspectivas del Sur sobre la economía política de las noticias falsas.

 

Como conclusión principal, Jonathan Corpus destaca la importancia de exponer cómo esta industria se ha convertido en un gran negocio consistente en la difusión de desinformación: “Researchers must find better ways to expose how disinformation production has become big business”. En esta línea, expresa la necesidad de hallar una regulación tecnológica desde abajo: “We need a whole-of-society approach to the Philippine’s disinformation industry that engages the private sector and demands higher levels of transparency and accountability”. Centrándose en la involucración del sector privado, y la transparencia.

 

El trabajo de estos trolls consiste en crear y mantener cuentas falsas, así como monitorizar las páginas de los principales medios de comunicación, buscando información negativa que pueda dañar la reputación de los enemigos de sus clientes, o noticias positivas que puedan favorecer a su público.

Corpus también encontró en su investigación, cómo algunas personas son a menudo engañadas para alistarse en un “proyecto troll”, especialmente durante la temporada electoral: “Managers pressure them to become ‘team players,’ making them operate fake accounts, pitch snarky hashtags, and produce artificial engagement for political principals, especially during election season”.